Lunes Santo

Como hace mucho que no publico nada, voy a publicar algo ahora, así no pierdo la costumbre.

Estoy publicando tweets en tweeter, así que si quieren chusmear léanlos https://twitter.com/SergioPoratti. Quiero publicar tweets que sean buenos.

Hoy en Misa se lee una lectura de Isaías y la lectura de un pasaje del evangelio según San Juan, que cuenta algo que pasó seis días antes de la Pascua.

La lectura de Isaías es una profecía que Dios le hace a ese profeta sobre el futuro Mesías. Es el comienzo del capítulo 42, del versículo 1 al 7. Allí dice, más o menos, cómo va a ser ese profeta. Los paréntesis son míos. Isaías vivió mucho tiempo antes de que naciera Jesús. Si lo vio a Jesús, fue en visiones proféticas.

(Dice Isaías, al tener una visión del Masías que vendría, o sea, de Jesús:)

Así habla el Señor (Dios): 
Este es mi Servidor (es decir Jesús, que fue Hijo de Dios, pero le llama Servidor por haber tomado una naturaleza humana), a quien yo sostengo, mi elegido, en quien se complace mi alma (Dios, quien dice esto, no tiene un alma como nosotros, pero se expresa así para que nosotros, y el pueblo al que en ese momento hablaba, entendamos). Yo he puesto mi espíritu sobre él (es decir, el Espíritu Santo) para que lleve el derecho a las naciones. 
El no gritará, no levantará la voz ni la hará resonar por las calles. (Es decir, que no va a incentivar al pueblo con gritos para que se revele, y si entra a una casa no va a gritar adentro para que los de afuera no escuchen. Va a ser suave, afable) No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente (es decir, no se desinteresará del alma del pecador moribundo que aún tiene tiempo de convertirse y salvarse, sino que esperará al más mínimo movimiento de su corazón para acudir a él con el más tierno amor de Padre). Expondrá el derecho con fidelidad; no desfallecerá ni se desalentará (/no será triste ni melancólico, lo cual no significa que no vaya a experimentar la tristeza ni llore) hasta implantar el derecho en la tierra, y las costas lejanas (o las naciones) esperarán su Ley. 
Así habla Dios, el Señor, el que creó el cielo y lo desplegó, el que extendió la tierra y lo que ella produce, el que da el aliento al pueblo que la habita y el espíritu a los que caminan por ella:Yo, el Señor, te llamé (le habla al Servidor que Isaías ve en su visión, o sea, a Jesús) en la justicia, te sostuve de la mano, te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, la luz de las naciones, para abrir los ojos de los ciegos, para hacer salir de la prisión a los cautivos y de la cárcel a los que habitan en las tinieblas. (se refiere sobre todos a los que están ciegos espiritualmente, a los que están muertos por el pecado y presos por diferentes vicios, que son como cadenas que atan y esclavizan).

El Salmo dice que el Señor es mi luz y mi salvación, y que si es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? ¿a la muerte? ¿al diablo? ¿a los hombres? ¿al agujero negro? ¿a qué? ¿a los extraterrestres? ¿A qué o a quién temeré, si el Señor es mi luz y mi salvación?

El evangelio narra que estando comiendo en la casa de Marta y María, con Lázaro, a quien había resucitado después de cuatro días de muerto, María tomó un frasco de perfume y lo derramó sobre sus pies. En esta escena, Jesús tiene un acto de delicadeza con Judas (que era uno de los apóstoles, y un ladrón), no echándole en cara lo que él (Judas) era, sino disimulando su conocimiento de él, para no dejarlo mal, aunque sabía (Jesús) que Judas lo iba a entregar en unos seis días. No tengamos miedo de acercarnos a Jesús, porque Él es nuestra Luz y nuestra Salvación.

En el dibujo: María Magdalena lleva el perfume en un frasco. Jesús no se escandalizó que ella luego de bañar los pies de Él con ese perfume, los secara con sus cabellos. A los apóstoles les habrá sorprendido, porque era algo que una novia hacía a su novio más bien. Pensemos que Él es Dios, que vio el corazón de esa hija suya, y cuando nosotros pensemos en ella, no la pensemos linda (para evitar todo mal pensamiento), sino fea. El perfume ella que derramó valía lo que una persona ganaba durante un año de trabajo.

Demos gracias a Dios.