Saturday, 12 November 2016

Análisis del Evangelio del domingo XXXIII del tiempo ordinario - Ciclo C

Evangelio según San Lucas 21,5-19

En el siguiente análisis citaremos el texto latino de la vulgata en letra grande. En medio haremos aclaraciones, citas, comparaciones con otras biblias. Usaremos la traducción de Mons. Straubinger con sus comentarios, la de Mons. Torres Amat, la de la Biblia de Jerusalén, la Biblia del Pueblo de Dios, la Biblia del Peregrino, la Biblia llamada Latinoamericana, entre otras. Las reflexiones de diferentes publicaciones se citan en el cuerpo del texto.

En la biblia traducida por Monseñor Straubinger ubica el texto bajo el título de "Vaticinio de la ruina del Templo y del fin del mundo". Se presentan enlazadas las profecías de la ruina de Jerusalén y del fin del siglo, siendo aquella la figura de esta.

No tiene nihil obstat, pero si dice algo en contra de las enseñanzas de la Iglesia Católica, me retracto de mis errores.

Et quibusdam dicentibus de templo,
quod lapidibus bonis
et donis ornatum, esset dixit:

(En aquel tiempo) como algunos, hablando acerca del Templo, decían (o dijesen, según Mons. Straubinger) que estaba adornado con (o de) hermosas piedras, (o con piedras buenas y sólidas), y ofrendas votivas, (la traducción del Consejo Episcopal Estadounidense dice: "como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban"), dijo (Jesús, que estaba hablando en el pasaje anterior)... lo que leemos en la siguiente cita.

"Mientras algunas personas estaban hablando sobre cómo el Templo estaba adornado con costosas piedras y ofrendas votivas..." (traducción de una biblia católica en inglés).

Jesús escucha ponderar el Templo de Jerusalén, la gloria de la ciudad que ya había caído bajo dominio extranjero. El Templo era lo más grande que tenía el templo. Era, de hecho, la casa de Dios. Sabiendo lo grosero de la siguiente comparación, la hacemos igual: ¿qué haría un joven a quien se le saca el celular que tanto usa y se lo rompe sin mas en sus propios ojos? ¿o qué sentiría el dueño de un auto nuevo si alguien se lo destruye ante sus ojos? Eso mismo, elevado a la enésima, es lo que hubieran sentido si alguien tocaba su templo, que aún estaba en construcción. El mismo representaba la identidad del pueblo elegido y la esperanza segura de un futuro libre y glorioso con la llegada del Mesías. El Templo de Jerusalén era el centro de la religión judía.

Este templo citado aquí, el que vió Jesús en este pasaje, estaba siendo contruido por tercera vez. Dos veces había sido destruido y ahora lo estaban construyendo de vuelta. Cincuenta años después sería destruido por tercera vez. El primer Templo lo construyó Salomón, y fue destruido en el segundo ataque babilónico, en el 587 antes de Cristo. Cuando los judíos volvieron se su cautividad babilónica, construyeron el segundo Templo. Este segundo templo era una tremenda obra de fe, pero inferior al templo primero. Herodes lo destruyó 20 años antes del nacimiento de Cristo para construir uno más digno, que es el que los discípulos admiran aquí.

Este tercer templo tardará mucho en construirse: más de cincuenta años, pero es magnífico. Está situado en un lugar alto de Jerusalén, que a su vez está en una montaña, o monte. La altura del templo es como el de un edificio de 15 pisos, o sea, como una catedral medieval. Todos los lados del templo estaban cubiertos de oro, de modo tal que brillaba como una bola de fuego en cuanto salía el sol. Cuando la gente lo miraba, tenía que apartar la vista, como lo apartaría ante los rayos del sol. Su amueblado interno era tan extravagante como el edificio mismo. Este es el templo que ven, aunque en construcción.

El diálogo se ubica luego de la entrada gloriosa de Jesús en el Templo, por lo cual también a pocas horas de la entrega y de su Pasión.

"Haec quae videtis,
venient dies,
in quibus non relinquetur lapis super lapidem,
qui non destruatur". 
"Esto que veis, vendrán días, en los cuales no quedará lápida sobre lápida, que no sea destruida".
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". 
"Todo esto que ustedes ven aquí, el día vendrá cuando no se dejará una piedra sobre otra piedra que no vaya a ser tirada".
"Esto que veis". Ven un templo hermoso, pero no ven la hipocresía, la opresión, el rechazo a Jesús y al Evangelio.

El comentario de Jesús tiene el efecto de un rayo en los oídos de sus interlocutores.

Interrogaverunt autem illum dicentes:
"Praeceptor, quando ergo haec erunt,
et quod signum, cum fieri incipient?". 
Interrogáronle diciento: "Maestro, cuando será eso, y qué signos de que será (ya) incipiente".
Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”.
¿Cuándo sucederá esto y qué signos habrá cuando todas estas cosas estén por pasar?

El discurso de Jesús abarca a Jerusalén y al mundo. No sólo el Templo de Jerusalén, sino todo el mundo será destruído. Lo único que quedará, lo único eterno -dice "El Domingo", publicación semanal de San Pablo- es el hombre.

Qui dixit:
"Videte, ne seducamini.
Multi enim venient in nomine meo dicentes:
"Ego sum" et: "Tempus appropinquavit".
Nolite ergo ire post illos. 
Dijo: "Velad, no os dejéis engañar". Jesús nos manda. Velad, haced oración, y adoración al Santísimo, para que no sean engañados. "Muchos vendrán en mi nombre -creyéndose acaso dioses y mesías- diciendo "yo soy (el salvador de la humanidad, el Mesías)", "yo soy él". "Yo Soy" es el nombre de Dios. Y (también aparecerán muchos fundadores de sectas que dirán) "el tiempo está cerca, o ha llegado". No vayáis en pos de ellos. ¡No los sigáis!

Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi nombre, diciendo: «Soy yo», y también: «El tiempo está cerca». No los sigan".

A lo primero que llama poner atención es a los falsos profetas que aparecerán. Algunos falsos profetas dirán que saben cuándo acabará el mundo. Otros querrán que tengamos miedo, para gobernarnos. Otros falsos profetas promoverán un evangelio de prosperidad -"creed y os enriqueceréis materialmente"-, otros el materialismo secular, como si el dinero fuera la respuesta, otros pondrán como centro la salud física, etc. El problema de cada uno de ellos es que ponen esas cosas en el lugar de Dios. Acaso como el templo donde se pretende adorar a Dios, muy bello por fuera pero lleno de fealdad por dentro.

"Ego sum", "soy yo", dirán, presentándose como la solución a los problemas del mundo. La ONU, por ejemplo, que se presenta como la solución a los problemas del mundo, haciendo a un lado a Dios y poniéndose en su lugar. Pretendiendo dar la paz, que sin Cristo no hay paz verdadera.

Cum autem audieritis proelia et seditiones, nolite terreri;
oportet enim primum haec fieri, sed non statim finis".
Cuando escuchen peleas y revoluciones (sediciones, insurrecciones, como la Revolución Francesa): no os alarméis; es necesario que esto ocurra primero, pero no llegará tan pronto el fin.

"Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".

Luego de los falsos profetas, presenta el caos político que habrá. "No os espantéis", se acerca el desenlace. Es un paso necesario, como el parto para el nacimiento.

Tunc dicebat illis:
"Surget gens contra gentem, et regnum adversus regnum; 
et terrae motus magni et per loca fames et pestilentiae erunt,
terroresque et de caelo signa magna erunt. 

Se levantará gentes contra gentes, unos contra otros, y reinos entre sí.
Después les dijo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.

Luego de los falsos profetas y del caos político, presenta Jesús, en tercer lugar, los desastres naturales.

Sed ante haec omnia inicient vobis manus suas et persequentur tradentes in synagogas et custodias,
et trahemini ad reges et praesides propter nomen meum; 
continget autem vobis in testimonium. 
"Pero antes de todo esto, os detendrán (o prenderán), os perseguirán, os entregarán a las sinagogas y seréis encarcelados; os llevaréis ante reyes y gobernadores a causa de mi nombre; y esto os sucederá para que podáis dar testimonio de mí", o "esto os servirá para testimonio", como vierte Mons. Straubinger, explicando que aquí, a diferencia de Marcos, que dice que los discípulos de Cristo perseguidos darán testimonio ante sus perseguidores, aquí, en cambio, se trata de que esa persecución será para los mismo discípulos, un testimonio o prueba de la verdad de estos anuncios del divino maestro, y un sello confirmatorio de que son verdaderos discípulos.

Ponite ergo in cordibus vestris non praemeditari quemadmodum respondeatis; 
ego enim dabo vobis os et sapientiam,
cui non poterunt resistere vel contradicere omnes adversarii vestri. 

"Tened bien presente; tened, pues, resuelto en vuestros corazones, que no deberéis preparar vuestra defensa, no pensar antes como habéis de hablar en vuestra defensa, porque yo mismo os daré una elocuencia (o una boca) y una sabiduría a la cual ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni contradecir".

Promesa terrenal como las de Mat. 6,25-33. ¿Quién puede hacerla si no es un Dios? Y si Él no fuera el Hijo ¿podría concebirse tanta falsía en prometer y tanta maldad en Aquel que pasó haciendo el bien (Hech. 10,31) y desafiando a que lo hallasen en falsedad? (Juan 8,46 s.). Esta consideración "ab absurdum" es tan impresionante, que ayuda mucho a consolidar nuestra posición íntima frente a Cristo para creerle de veras todo cuanto Él diga, aunque nos parezca muy paradójico. (Mons. Straubinger).

En las naciones de occidente, pocos entre nosotros han sufrido a causa de nuestra fe a comparación de las sangrientas persecuciones en, por ejemplo, medio oriente, pero no debemos imaginarnos que no pueda pasar aquí. Los musulmanes fundamentalistas se han determinado imponer su fe a nivel mundial, y han demostrado estar dispuestos a usar de violencia para lograrlo.

Trademini autem et a parentibus et fratribus et cognatis et amicis, et morte afficient ex vobis, 
et eritis odio omnibus propter nomen meum. 
Seréis entregados hasta por vuestros propios padres y hermanos, por vuestros parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi nombre.

Et capillus de capite vestro non peribit. 
"Ni un cabello de vuestra cabeza será destruido".
"Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza".

Acaso una forma de decirnos que no nos podrán hacer nada, al menos a nuestras almas, si estamos unidos a Él.

In patientia vestra possidebitis animas vestras".

"Si se mantienen firme, conseguirán la vida".
"Gracias a la constancia salvarán sus vidas”.
"Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas" vierte EWTN.
"En vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas" (Mons. Straubinger)

La citada publicación de "El Domingo", de la Sociedad San Pablo, dice que Jesús nunca anunció el fin del mundo, y que ese cataclismo no sucederá, sino que sucede hoy y aquí. "Cada día un mundo muere y otro nace".

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