¿Tienen alguna consecuencia los pecados cometidos por ignorancia? Dicho en otras palabras: ¿tienen consecuencias las acciones que van en contra de los mandamientos hechas por ignorancia? En caso afirmativo: ¿quién es el responsable?
El conocimiento de que un pecado sea tal, ¿es necesario para que exista el pecado, o sólo para que exista la culpa para el pecado?
Es decir: para cometer un pecado, ¿es necesario saber que eso que se va a hacer es un pecado?
Y en caso que así sea: las consecuencias de pecado, ¿siguen existiendo? Y si siguen existiendo... ¿para quien? ¿Para el que comete el pecado o para el que debería dar a conocer que eso es malo?
Si tocamos sin querer algo caliente, algo que está hirviendo, aunque nosotros no sepamos que eso está caliente, igual produce en nosotros efecto. Y con el pecado, ¿es igual o diferente?
Si hay pecado, ¿quién y cómo (se) pide perdón de él? En la Misa, el sacerdote. ¿Y tiene que tener esa intención? En tal caso, ¿cuénta que su intensión tenga mayor o menos intensidad?
En la confesión, cuando uno no confiesa pecados que desconoce, igual son perdonados. Repito: "son perdonados". O sea, eso significa que sí existieron, aunque el penitente no hubiera sabido que existían... que los tenía... que los había cometidos...
Los sacerdotes son responsables de los pecados que cometen las almas de su jurisdicción, más de las almas que a ellos acuden. ¿Será por eso que antigualmente se pedía que aquellos que no pertenecían a una jurisdicción no vayan a ella? ¿Para no sumarle más responsabilidad?
Sin embargo, en todo esto, olvido, olvidamos algo muy importante: la caridad, que puede borrar muchos, muchos pecados.
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