Wednesday 25 December 2013

¿Los niños son adultos chiquitos o los adultos son niños grandes?

Esta publicación es del 9 de diciembre de 2012. By Sergio Poratti.


Hace unas semanas, yo no sé a dónde iba ni de dónde salía, creo que estaba sentado en la parada del 273 frente a la curia, esperando a una benemérita hermana de comunidad para ir a los vocacionistas, cuando de repente pasó un micro escolar por calle 54, llevando niños. Todos ellos estaban mirando por la ventanilla hacia plaza Moreno (bueno, porque yo veía a los de ese lado, je). Pero me llamó particularmente la atención un niño que, con la ventanilla abierta a todo lo que daba (pero sin asomarse a ella, claro, ni sacando el brazo), al ver la plaza, extendió sin tardar su brazo con firmeza, resistiendo el viento que le chocaba en su cara y que hacía flamear su guardapolvo estrepitosamente, y apuntó su dedo índice hacia ella, y mirando a sus co-tripulantes les puso a todos en sobre aviso, como esos marineros que daban aviso "tierra a la vista" subidos a un poste (cuyo nombre no me acuerdo), del objetivo encontrado, y gritó en alta voz: -¡¡¡La plaza Moreno!!! Lo lindo es que fue algo natural. Creo, je.

Qué rápido son los niños para dar aviso de los acontecimientos, rapidísimos. O al menos como que me dio esa impresión... tanto aquella vez como ayer. Habíamos ido a una procesión y a la Santa Misa en la capilla de la casa religiosa de la Congregación Redentorista (137 y 81). La procesión fue como a las 10 y media y a las 11 la Misa, si mal no recuerdo. Cuento de paso que la procesión estuvo muy linda, con un día muy lindo, a Dios gracias y a la Virgen. Tomaban la primera comunión un grupo de niños. Bueno, la cuestión es que en Misa, que ya estaba terminando, mis alumnos me daban cuenta de todos los movimientos de los niños (de nuestro grupo) ausentes. Es decir... Yo había ido con mis alumnos de catequesis, que eran unos cinco. Resulta que dos no quisieron entrar a Misa por el calor que hacía y la atmósfera que había, y se quedaron afuera. Pero los 'anawim' (el pequeño grupito fiel), que a pesar de todo se quedó adentro, en Misa, me contaba constantemente de todos los movimientos de los chicos de afuera, y hasta de la llegada de Rominna, antes de que ella llegue. No sé cómo lo hacen. Espero que nunca pierdan esa inocencia, y ese espíritu misionero, je. Son como pequeños "Juanes Bautistas", que anuncian "todo lo que ven y oyen" (Primera Carta de San Juan). Hoy anuncian todas estas cosas... el día de mañana quizás pasen por nuestras casa, con otro misionero y una Biblia, anunciando "lo que existía desde el principio", el mensaje de salvación, y señalando con su dedo al "Agnus Dei qui tollis peccata mundi", al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Ojalá así sea 
Yo creo que así será 

Que la Virgen nos bendiga.

Un beso / un abrazo / bendiciones.

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